domingo, 24 de enero de 2016

Excusas para no innovar


"Los problemas tienen solución. Las excusas no". 
Esta frase es casi un mantra de mi colega Ángel... Y tiene su miga, porque si lo pensamos bien, es completamente cierta. Parece mentira, pero todavía hoy muchos docentes se siguen empeñando en buscar excusas para no innovar; para no cambiar su forma de trabajar en clase, aun admitiendo que lo que ellos hacen no funciona. 

A continuación encontrarás algunas de estas excusas que seguro has escuchado en tu centro educativo. ¿Se te ocurre alguna más?

1 La conciencia autoritaria    "Es que aquí eso siempre se ha hecho así" 
Desde pequeños a la mayoría nos enseñan a hacer las cosas de una determinada manera. Por eso cuando alguien nos demuestra que existen otras formas mejores de hacerlo, aunque le demos la razón, nos cuesta cambiar. 
En la docencia pasa igual. Pero el docente que se deja arrastrar por esta excusa está cometiendo un terrible error. Máxime cuando nadie asegura que el que siempre se haya hecho así, implique necesariamente que esto sea lo correcto o lo más adecuado. Y para muestra, un botón: un claro ejemplo de la fuerza de la costumbre en este vídeo:

2 La edad no perdona      "Tú todavía eres joven, pero cuando llegues a mí edad..." 
¡Mentira! La innovación no es una cuestión de edad... sino de entusiasmo. Por eso, a lo largo de la vida nos encontramos con jóvenes muy tradicionales y con docentes a punto de jubilarse con el espíritu de un niño. El profesor Walter Lewin es un claro ejemplo de ello y nos deja claro que la edad no es un impedimento para seguir enseñando con entusiasmo: 

3 La precariedad educativa    "Si yo quiero, pero si tuviera más tiempo, mejor material..."
Desde luego, en muchos casos, las condiciones son precarias. Sin embargo, esto no debería impedir que se consiguieran iniciar procesos atractivos para nuestros alumnos.
Es verdad que más materiales, más tiempo y mejor presupuesto ayudarían a animar a los indecisos, pero tenemos que adaptarnos a lo que tenemos... ¡Viva el principio de realidad!
Los docentes debemos demostrar imaginación y creatividad para hacerlo. Nos iría bien tomar ejemplo de estos niños de Cabo Verde que se convirtieron en viral demostrando que con lo poco que tenían se podían apañar:

4 La soledad del innovador    "Eso, en este claustro, es imposible"
¿Y qué? ¿Sería ideal que todos los profes se implicaran? Claro... ¿Es imprescindible? De ninguna manera. No cabe duda de que la innovación es una tarea colectiva. No tiene sentido afrontar este proceso de manera solitaria. Pero también es cierto que muchos profes innovadores se sienten a menudo como salmones solitarios nadando contracorriente (le tomo prestada la metáfora a Salva Rodríguez de su fantástico post La pedagogía del salmón.
Sin embargo, no podemos dejar de intentar algo porque no todo el mundo piense como nosotros. La clave de la innovación está en cambiar de dirección y es muy difícil que ese cambio sea compartido por todos. Primero debe empezar uno y luego, como decía Kiran Bir Sethi en su inspiradora charla TED, ir contagiando a los demás.
No pasa nada porque algún profe no se suba al carro de la innovación. Cuando explico esto en los cursos de formación a menudo utilizo el siguiente vídeo: no todos participan en el juego, ¿pero a que esto no impide que se siga jugando con normalidad? Pues igual en los claustros... No busques excusas maestro... ;-)

 5 El miedo al cambio     "¿Qué dirán los padres, compañeros, alumnos...?"
Cuando un profe tiene ganas de cambiar su forma de trabajar, pero no se atreve tiene preguntarse: ¿qué es lo peor que podría suceder? Por lógica, si quiere realizar este cambio, será porque la metodología que utilizaba no le iba bien. Por tanto, en el peor de los casos, si el cambio fracasara, los alumnos seguirían igual: sin aprender. 
Por esto, hay que atreverse a probar. Pero eso sí, con moderación y mesura... Tampoco se puede probar por probar o no dar tiempo a que un cambio se asiente porque entonces, caeríamos en el error de aplicar en el aula ocurrencias no contrastadas como decía gran Ramón Flecha en su intervención.
En cualquier caso, lo más probable es que los alumnos agradezcan el cambio. Porque al contrario que a los adultos, a los niños les encanta cambiar. Adoran lo desconocido... 
Por si todavía no lo tienes claro, te dejo el vídeo de Gerry Garbulsky que lleva el mismo título que este post: Excusas para no innovar.

sábado, 16 de enero de 2016

Un proyecto encantado...


Está comprobado: cuando encontramos un proyecto que capta la atención de los alumnos, su implicación en el mismo hace que los resultados sean espectaculares. Incluso, en este caso, ¡terroríficos!

Hoy os quiero presentar el resultado final de un proyecto colaborativo que tuvo lugar con motivo de la celebración de Halloween en el CP Pablo Iglesias de Soto de Ribera (Asturias). 

La idea surgió como surgen siempre, con mucho ruido, mientras los alumnos de 2º de la ESO discutían sobre cuál sería la mejor opción para organizar una actividad en la que pudieran participar sus compañeros de otros cursos. Al final, la alternativa más votada fue la construcción de una Casa del Terror.

Para ello se implicaron varias áreas, lo que proporcionó a la actividad un carácter interdisciplinar, que es imprescindible para implicar a los alumnos en la tarea. De este modo, comprobaron que todo lo que hacían tenía sentido, cercano y atractivo. Algo fundamental para que se obtengan los resultados esperados. El reparto entre las áreas implicadas fue el siguiente: 
  • TECNOLOGÍA: montaje e instalación de paneles, circuitos eléctricos en la sala y vídeo. 
  • LENGUA CASTELLANA: preparación de los diálogos e interpretación de personajes.
  • LENGUA ASTURIANA: caracterización de los personajes propios de la cultura asturiana.
  • EDUCACIÓN PLÁSTICA: decoración de la estancia con motivos terroríficos. 
  • LENGUA INGLESA: contextualización de la festividad de Halloween.   
Como se puede comprobar, el resultado fue todo un éxito ya que alumnos y profesores comprobaron lo que son capaces de hacer cuando se lo proponen. Lo que empezó a gestarse desde el enfoque del Estilo Actitudinal hace ya más de 15 años, sigue muy presente en las escuelas en la actualidad.

La clave, como siempre, estuvo en dar responsabilidad a los alumnos. 

domingo, 10 de enero de 2016

El aula diversificada - Tomlinson



Os quiero presentar un libro de referencia para todos aquellos que queráis proceder de manera coherente a la hora de trabajar con niños: El aula diversificada.

Son muchos nuevos gurús educativos que como señala Jordi Martí, inundan los cursos, libros y conferencias educativas hablando sobre educación en términos absolutos, con un vocabulario incompresible, pero sobre todo: alejados del aula. 

Pues bien, precisamente en este libro sucede todo lo contrario. Tomlinson nos habla desde la experiencia de alguien que entiende que la Educación, con mayúsculas, es sobre todo cercanía y confianza. Confianza en el alumno y en sus posibilidades. 

Lo que más me atrae de este libro es que las cuestiones que propone son tan "de cajón" que sorprende que no se estén llevando a cabo en todas las clases actualmente. Y el libro no es precisamente nuevo (de 1999) así que si fuéramos tan innovadores, algo de lo que propone ya deberíamos estar aplicando... Por lo tanto, es completamente recomendable para recordar la esencia de lo que es Educar. 

A continuación os presento una selección de ideas que a modo de radiografía, te pueden dar una idea de lo que te vas a encontrar si decides leerlo: 
  • Nuestros sistemas educativos funcionan como un hospital cuyo servicio de urgencias echa a la calle a los heridos más graves y a los enfermos difíciles.
  • En un aula diversificada los profesores parten del punto en el que se encuentran los alumnos, no de la portada de una guía sobre currículum.
  • Los maestros deberían ser estudiantes de sus estudiantes.
  • La manera de entender la enseñanza de los maestros debe parecerse más a un arte que a un ejercicio mecánico.
  • Cada niño tiene derecho a esperar de su profesor entusiasmo, tiempo y energía [...]. Es inaceptable que un profesor reaccione ante un grupo de niños como si fueran inapropiados.
  • Es falso pensar que todo el mundo puede sacar provecho de una clase estándar. 
  • Las aulas no han sufrido grandes transformaciones durante los últimos cien años. Todavía seguimos realizando agrupamientos por edad como si eso asegurara que tienen suficientes cosas en común como para seguir el mismo currículum y de la misma manera. 
  • Los centros escolares todavía preparan a los niños más para los exámenes que para la vida.
  • Un profesor realmente bueno es aquel que sabe que un estudiante puede enseñar y que un profesor puede aprender.
  • Un profesor seguro de sí mismo sabe que cada día tiene algo nuevo que aprender y se siente cómodo en esa ambigüedad. 
  • No es tan importante tener todas las respuestas como desear conocerlas. 
  • El educador debe aspirar a lograr la independencia del estudiante. [...] Le sucede lo mismo que al director de una obra de teatro: si cuando la función se estrena los actores aún le necesitan, es que ha fracasado. 
  • Si nos limitamos a decir algo a nuestros estudiantes y después les pedimos que nos lo repitan, resultará poco probable que lo incorporen dentro de sus esquemas de conocimiento. [...] Los aprendices deben procesar las ideas para apropiarse de ellas.
Confío en que cuando lo leas te resulte tan interesante como a mí... ¡Espero tus valoraciones!